



E intentando repetir, el muy...

Michiru
Silas y Marcos con Sung Ha




Bueno, esto es todo. ¡Felicidades KOALA!





Una foto en solitario...
En un momento dado de la fiesta, comenzó lo que su organizador llamó la Ipod Hour, que consiste, como su propio nombre indica, en que durante una hora se pincharía la música que la gente llevase a la fiesta. Como era de esperar, las locas de la danza del vientre llevaron su Cd para poder bailar durante 3 canciones... Veamos alguna foto...


Más tarde, también aparecieron en la fiesta Anderson y Toto acompañados por sus respectivas, aunque este último no se dejo retratar...Ahora resulta que es tímido...
Michiru con Anderson y Yuko





Después de esta parada operativa, el viaje transcurrió sin más paradas y pronto pudimos empezar a vislumbrar el monte Kaimon, al que llaman el Fuji de Kagoshima.

Una vez llegamos a nuestro destino, decidimos visitar en primer lugar un parque que hay alli, ya que sólo faltaba media hora para que lo cerraran. Y fue una buena decisión, ya que al ser tan tarde, ya no esperaban visitantes y no había nadie en taquilla. ¡Entramos por la patilla!
Dentro de dicho parque se pueden ver distintas especies vegetales y animales, de las que por supuesto no tengo ni idea de su nombre...
...Bueno en realidad el de alguno sí que lo se...
Tortuguita
Pepe y cisnes...
¿Lemur?

Perrito

El parque iba recreando distintos ambientes del mundo y tiene diferentes shows de loros, monos, etc. pero como llegamos tarde no pudimos ver ninguno.
Además tiene un mirador desde donde se puede ver el cabo Nagasakibana y el monte Kaimon. Veamos un par de fotos de ambos.




Poco a poco el sol se iba poniendo...

Por el parque se podían encontrar unas estructuras elevadas que te hacían sentir como un Indiana Jones más...
Aquí en modo ataque
Con el monte Kaimon de fondo.
En esta foto podeis ver la típica selva de Kagoshima, aquí todos los bosques son así. Totalmente impenetrables.

De ahí la cara de susto que se le quedó a la pobre Michiru.

Después de esto se hizo la hora de cierre del parque, por lo que nos fuimos a ver el cabo de cerca. Antes de llegar hasta el mismo, tienes que dejar el coche aparcado y andar por una calle llena de tiendas de souvenirs (¡listos!).
Al final de dicha calle podemos encontrar un santuario, con su Torii.
En el cabo, como no podía ser de otra manera, hay un farito totalmente automatizado.
Poco a poco el sol iba cayendo...


Todas las fotos de la excursión aquí.