31 de diciembre de 2006

Adiós 2006!!! 二千六年さようなら!!!

Hola a todos!!!

Esta será la ultima entrada en mi blog en el 2006, así que nos vemos de nuevo en el 2007!!!

Y quiero aprovechar esta entrada para despedir el que ha sido el mejor año de mi vida!!!

Todo gracias a esta persona.



¡Te quiero Michiru!

29 de diciembre de 2006

Visita de mis padres. Kyoto Día 1.

Hola a todos!!

Hoy me siento con fuerzas para retomar la visita de mis padres. Así que allá vamos. Nos habíamos quedado finalizando la visita a Kagoshima y partiendo, en avión rumbo a Kyoto. Como en Kyoto no hay aeropuerto, tienes que ir hasta Osaka en avión y desde allí en autobus hasta Kyoto.

Dicho autobus te deja al lado de la estación de Kyoto, bonita obra arquitectónica, cosa que a nosotros nos vino de perlas, ya que nuestro hotel (un hotel de puta madre, gracias viejos) estaba en dicha estación.


Nuestro primer día en Kyoto estaba un poco justo de tiempo (por el viaje desde Kagoshima) así que decidimos visitar en primer lugar lo más cercano a nuestro hotel.

La primera parada fue en el templo de Sanjyuusangendo, que ya ha aparecido anteriormente en este blog, así que no me detendré en él, más que para mostraros un par de fotos.


La siguiente parada fue, como no, otro templo, el Kiyomizudera, del que también os he hablado con anterioridad (remitirse al hipervínculo de más arriba).

Aquí está Madre Superiora, y al fondo nosotros...



Siguiendo una tradición comenzada con Chisa, comimos en los alrededores de dicho templo, en un pequeño restaurante de soba.

Después de comer, aprovechamos el poco tiempo que nos quedaba para visitar las tiendas que rodean el templo, que no son pocas, y, como buenos turistas, hacer unas cuantas compras.

Como el tiempo no acompañaba en absoluto, pronto volvimos al hotel para descansar un poco y darnos una buena ducha antes de irnos a cenar al distrito de Gion.

En Gion, después de patear un rato por sus peculiares callejuelas, nos decidimos a entrar en un restaurante de comida típica de Kyoto, que además tenía una carta de vinos espectacular.



Michiru y yo, sobre todo Michiru, eramos los encargados siempre de elegir la cena.


Aquí tenemos a Madre Superiora descojonándose.



Y, poco a poco, Madre Superiora iba haciendo sus pinitos con el manejo de los ohashi (palillos).


Seguimos en otro momento.
Sayounara!

La Camiseta de la Semana.



Okinawa

Hola!

Como he comentado anteriormente, para celebrar el cumpleaños de Michiru, nos fuimos los 2 unos días a la sureña isla de Okinawa.

Nuestro plan era pasar una noche en Naha, la capital de Okinawa y luego pasar otras 2 noches en la isla de Tokashiki, que es un paraiso para el buceo. Pero como fuimos un poco bastante dejados, sólo hicimos reserva de hotel en Tokashiki para la primera noche, pensando que más adelante podríamos reservar otra noche. ¡Error! Nos fue imposible encontrar hotel para otra noche más, así que tuvimos que volver para Naha. Pero bueno, pudimos disfrutar de un día completo en una playa paradísiaca y además sin apenas gente alrededor.

El viajé comenzó el miercoles 22 de noviembre al mediodía. Después de un par de horas de avión (en realidad algo menos), tomamos tierra en el aeropuerto de Naha y depués de un pequeño viaje en monorail, nos dispusimos a buscar nuestro hotel. ¡Y menuda odisea fue! Estuvimos pateando casi una hora hasta encontrarlo. En el intento, mi espalda murió, porque iba cargado hasta las cejas con todos mis trastos de pesca submarina, plomos incluidos.

Al final conseguimos llegar al hotel y registrarnos sin problemas. El hotel resultó estar ubicado en una calle muy animada de Naha, llena de restaurantes para hacer nomihoudai y de clubs de señoritas de compañia (no prostitutas).

En el restaurante donde nosotros cenamos, tenías una opción bastante interesante. Nomihoudai de cerveza hasta las 10 de la mañana por algo así como desde 50 yenes hasta 500 yenes. Como para que lo descubra alguno que yo me se...

Al día siguiente, nuestra intención era partir con el primer barco rumbo a Tokashiki. Al ser temporada baja, sólo hay 2 barcos diarios a esta isla, uno a las 9 y otro a las 4. Por supuesto, nosotros nos dormimos y perdimos el primer barco. Así que aprovechamos para visitar la Calle Internacional, 国際通り. Dicha calle, es la principal de Naha y está repleta de tiendas de souvenirs, efectos militares, restaurantes, etc.

En muchas de las tiendas, tienen figuras a tamaño natural de distintos personajes. Aquí está Michiru con un robot, de cuyo nombre no consigo acordarme.


Por supuesto, el de éste sí que lo se. ¡¡El gran Mazinger Z!!

Este es un animal mitológico de Okinawa, la Shisa.


Aquí, en Okinawa, venden una especie de aguardiente, de sabor similar al orujo, cuya peculiaridad es que lo puedes comprar junto con una serpiente típica de la isla. Dicen que el veneno de la serpiente aporta vitalidad al cuerpo. Yo, por si acaso, compré una botella para mis padres. Eso si, se pagan bien. Las más caras superaban los 150 mil yenes (más de 950 euros). La más barata sale por unos 10mil yenes o 64 euros. Por supuesto, ésta fue la que yo compré.


Después de haber pateado como locos dicha calle, y por que no decirlo, después de haber hecho compras compulsivas de camisetas..., partimos rumbo al puerto para embarcarnos en el ferry a Tokashiki. Dicho ferry tarda aproximadamente 30 minutos en llegar hasta la isla (en invierno sólo hay ferry rápido) y la verdad es que resulta un viaje muy agradable, con unos paisajes muy bonitos.

Aquí está Michiru enseñando una de sus compras.


Y aquí yo, posando con una de las mias.


En el barco.


Una vez llegamos al puerto de Tokashiki, había un minibus del hotel esperándonos, para, tras un bonito trayecto de 10 minutos, dejarnos en el hotel en una playa paradísiaca.

Como no teníamos mucho tiempo, por falta de luz, rápido nos registramos y nos fuimos pitando a darnos un baño, aprovechando las últimas luces del día. Y las impresiones no pudieron ser mejores. Aguas cristalinas, millones de corales y miles de peces. La cosa prometía.

A la mañana siguiente, amanecimos rápido para poder aprovechar todo el día en el mar (ya que por la tarde no teníamos más cojones que volver para Naha). Antes de salir con los fusiles, idiota de mi, se me ocurrió preguntar en la tienda del hotel (tienda de botelleros) si se podía hacer pesca submarina es esa playa. Al principio no se enteraban de que es eso de la pesca submarina, pero tras unas explicaciones de Michiru, nos dijeron que no, que está prohibido. Así que putadón, después de haber cargado como un burro con los fusiles por medio Naha, resultó ser en vano. Aunque más tarde, ya en Kagoshima, descubrí que la perra de la tienda me había engañado. Sí que se podía hacer pesca submarina, pero las tiendas de buceo siempre dicen lo mismo para no perder clientes botelleros. ¡Cabrones!

La cosa fue, que en lugar de cazar con el fusil, lo hice con la cámara y, aunque no es lo mismo, no estuvo mal.

La playa es cuestión es esta.


Como veis, bonita, ¿no? Aunque realmente, es espectáculo, estaba bajo el agua.

Aquí vemos a dos peces mariposa, Chateodon Auriga, paseando tranquilamente.


Y aquí otro tipo de mariposa.


De estos peces, Spangled Emperor o Lethrinus nebulosus, estaba lleno. Y además eran enormes. Lástima no haberles metido un varillazo, porque además se trata de un pescado impresionante para el paladar.


También os dejo un video, donde se pueden ver unos cuantos de estos bichos.


Aquí tenemos a un ejemplar de Besugo Hipanico, Besugus Pardalus, posando gracilmente para la foto.


Ahora le toca el turno a los peces payaso. Esta especie en concreto estaba siempre en anémonas del tipo E. Quadricolor.


Jugando con un payaso en su anémona.




Ahora le toca el turno a las tridacnas. Sencillamente impresionantes, las había a miles y con unos colores sorprendentes.


Esta es una estrella de mar con muy mala leche, además de ser venenosa, se dedica a comerse al coral.


Aquí vemos una preciosa acropora en plato. Las había impresionantes.


Y toda una 'plantación' de acróporas...


Este es un precioso coral rojo sin identificar.


Y una impresionante sirena.


Este coral cerebro tenía como 2 metros de altura, y ¡los había mayores!


Paisajes como éste se repetían constantemente, pero uno nunca se cansa de verlos.


El pez escorpión o pterois volitans, es uno de mis peces favoritos.


Este pez ballesta se conoce como ballesta picasso, ¿por qué será?


Otro simpático Chateodon Auriga, que se dedicó a juguetear con nosotros.




Video de dicho mariposa juguetón.






Peces mariposa y algún cirujano.


El resto de las fotos están aquí y los videos aquí. Por cierto, las fotos submarinas están retocadas con el programa picasa2 de google, para compensar mi calidad como fotógrafo.

Bueno, sigamos con el relato de nuestras peripecias por Okinawa... Como decía antes, ese mismo día nos tocaba volver a Naha (putadón), pero así aprovecharíamos para ver más tranquilamente la ciudad y al día siguiente visitar America Mura o el poblado americano.

Hagamos un inciso. Para quien no lo sepa, en Okinawa está la mayor de las bases estadounidenses en el pacífico. En pocas palabras, está tomado por los yankees. Y para más inri, por que me han comentado, se han quedado con las mejores partes de la isla, las cuales están destrozando. Y por si esto no fuera poco, ahora quieren más.

Por otro lado, debido a esta fuerte presencia de militares americanos, la isla también está llena de tiendas de efectos militares, donde te puedes comprar casi cualquier cosa. Desde chalecos antibalas a mascaras antigas, pasando por cascos de helicóptero y avión de todas las épocas... Millones de cosas. Aparte, en alguna de estas tiendas, también puedes encontrar ropa 'normal' traida de Estados Unidos, a un precio muy asequible. Nosotros nos hicimos con un cargamento de camisetas fuera de lo normal.

Bueno, retomando el hilo. Estabamos en Tokashiki, preparándonos para volver, cuando Michiru tuvo la mejor idea de todo el viaje (o por lo menos eso es lo que mi espalda piensa). Dicha idea no fue otra, que mandar todos los trastos de buceo y los fusiles de pesca submarina, por un servicio de mensajería de Japón conocido como Kuro Neko (gato negro). ¡Menudo alivió! Y encima medianamente barato. Nos costó mandar todo unos 4000 yenes. De puta madre.

Volviendo en el ferry a Naha, nos coincidió con la puesta de sol (¡que romántico!) por lo que pudimos hacer unas cuantas fotos muy bonitas.


Ya en Naha, después de registrarnos en el hotel y de darnos una buena ducha, volvimos a la Calle Internacional, para dar una vuelta por allí tranquilamente y cenar algo.

De paso aprovechamos para hacernos fotos con personas de renombre, tales como...

Batman. Menuda cara de mala leche.


Yoda. Y de regalo, al fondo, Elvis con Terminator, Jordan,...


Foto nocturna de Naha, tomada desde una torre. En lo más alto de la torre, puedes encontrar un pub con estas vistas y con unos gin tonics imbebibles.

Al día siguiente, nuestro último día en la isla, fuimos a visitar America Mura, dónde te encuentras un montón de tiendas del estilo Vintage mezclado con efectos militares. Aquí realmente nos volvimos locos, así que apenas hay fotos. Lo siento.


Y no hay visita a un sitio de estos que se precie, sin su visita a un establecimiento de comida basura.


Estas fotos están tomadas a la entrada de una de las tiendas.


Espero que os haya gustado la narración de nuestro viaje a Okinawa. El resto de las fotos, aquí.