12 de diciembre de 2006

Visita de Mis Padres. Kagoshima.

Hola a todos!

A finales del mes de septiembre, es decir, hace ya casi una eternidad, vinieron mis padres junto con unos amigos, Emiliano y Amparo, de visita por Japón.

Nota: Emiliano es el dueño de la bodega Casa Montaña, en el barrio del Cabañal en Valencia. A los que no la conozcais os ruego encarecidamente que le hagais una visita. Me lo agradecereis.

Bueno, sigamos con lo que estabamos, como decía vinieron a visitarme. El plan consistió en pasar 4 días en Kagoshima, otros 3 en Kyoto y 4 en Tokyo (creo...).

Así que aquí, poco a poco, no sea que me canse, os iré contando sobre dicha visita.

Los visitantes, como en V, llegaron a Kagoshima el 29 de septiembre, ya por la noche, por lo que ese día lo único que hicimos fue llevarlos al hotel y salir a cenar algo rápido. Creo recordar, que la cena fue en un sitio típico de comida Satsuma, donde para empezar con buen pie con la comida japonesa, probaron el sashimi de pollo (que por otro lado está bien bueno). Lo siento, pero de ese día no hay fotos, salvo que mis padres o Emiliano y Amparo tengan alguna.

Al día siguiente el plan consistió en visitar el Sakurajima, que para quien no lo sepa, es el volcán que está frente a Kagoshima. Aquí en el blog ya se ha hablado varias veces de él.

Como decía, partimos de buena mañana rumbo al ferry, que en sólo 15 minutos te planta en el volcán y decidimos que la mejor opción, dado que ibamos en coche, sería recorrer todo el perimétro de Sakurajima.



La primera parada fue en un mirador, desde el que se puede apreciar la inmensidad del volcán y también disfrutar de vistas de la ciudad de Kagoshima.

Después seguimos por la carretera que bordea el volcán, que aunque no tiene nada excepcional en si, resulta un paseo muy agradable con vistas muy bonitas. Pero, para variar, tampoco hay fotos.

La siguiente parada fue en un pequeño puerto pesquero, que creo recordar que también se utiliza como puerto de emergencia para evacuar el volcán en caso de emergencia.



Por el camino, también pasamos por sitios interesantes, como por el famoso torii enterrado por la ceniza o los campos de lava, pero no hicimos ninguna foto.

A continuación fuimos al típico mirador desde el que se puede ver la cara oculta de Sakurajima, es decir, la que no se ve desde Kagoshima. Alli de nuevo volvimos a hacer alguna foto que otra, pero sin pasarse, y disfrutamos de un zumo de piña natural bien fresquito (ese día la temperatura era casi peor que en agosto...).


Por todo el Sakurajima te puedes encontrar cúpulas como esta, que, en teoría, sirven como protección en caso de erupción.

Y como no, como toda visita al Sakurajima que se precie, la finalizamos con un buen baño en el onsen de Furusato. Como ya he hablado sobre ellos aquí, tan sólo os dejare alguna foto.




Antes de cambiar de tema, dejemos una foto de regalo para los hermanos Cayuela, a ver si así se animan a visitar el blog y dejar algún comentario de vez en cuando.

Ese mismo día, organizamos una cena en un restaurante de Shabu-Shabu, que ya ha aparecido antes por aquí, para que mis padres conocieran a la madre de Michiru. Por supuesto, la cena fue un éxito, y parece que, a pesar de que mis padres no hablen japonés ni inglés, ni la madre de Michiru tampoco hable español, se cayeron bien. Eso sí, para Michiru y para mi fue un trabajo estresante, al tener que estar haciendo traducciones instantáneas en todo momento.
Pero mereció la pena.




Bueno, para no alargar más esta entrada, continúo en otra.
Nos vemos allí.

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