19 de diciembre de 2006

Visita de mis padres. Mercado del pescado e Ibusuki.

Hola a todos.

Sigamos con la visita de mis padres. Como ya os he contado el primer día consistió en la visita al volcán. Para el segundo día, pensamos que sería una buena opción, visitar el mercado del pescado de Kagoshima y posteriormente visitar los onsen de arena de Ibusuki.

La buena noticia del día, es que al ser viernes, Michiru podría acompañarnos. Así pues nuestro día comenzó en el hotel donde dormían mis padres y Emiliano y Amparo a eso de las 8 (habíamos quedado antes, pero es cosa del satsumajikan さつま時間)...


El mercado del pescado, dentro del ámbito portuario de Kagoshima, es como una de nuestras lonjas, pero con la salvedad de que te dejan entrar a mirar y además también puedes comprar (si veis los precios del marisco, comparado con España, con de risa...).

Aquí está Michiru intentando conseguir algo de sashimi por la patilla...


Vuestro narrador, con miles de peces...sí, lo se, de esos que nunca pesco...

La verdad es que la visita a este mercado, merece mucho la pena. Se pueden ver variedades infinitas de peces y otros animales marinos y se puede apreciar el estilo japonés a la hora de ofrecer el producto. ¡Da gusto verlo! Mucho tenemos que aprender en España al respecto... Además también se puede apreciar la habilidad de esta gente con los cuchillos, hacen unos cortes que ya quisieran muchos cirujanos.

Este pez en concreto se conoce por aquí como ぶだい y por allí como pez loro...

Antes de abandonar el mercado, decidimos que no estaría mal tomar un bocado en alguno de los restaurantes de dentro del mercado, porque nos habían comentado que eran muy baratos y con una calidad extraordinaria. Como era de esperar, comimos sashimi y un par de pescados asados. La calidad, efectivamente extraordinaria. Todo el pescado era fresquísimo.

En esta foto estamos Michiru y yo buscando en mi diccionario alguna traducción o algún nombre de pez...

Amparo totalmente relajada...

Y también Madre Superiora...


En esta foto, a lo lejos, se puede ver la comida. No me critiqueis por la calidad, que la hizo mi padre...

Y un poco más cerca...


Después de haber llenado sobradamente nuestras tripas, partimos rumbo a Ibusuki, para disfrutar de unos onsen de arena o sunamuchionsen.

Estos onsen, consisten en unos lechos de arena muy muy caliente, donde te entierran en esta arena durante el tiempo que puedas aguantar, aunque recomiendan no pasar de 15 minutos.
Esto me recuerda, una anécdota de un amigo, al que llamaremos A, que cuando visitó estos onsen no se entero de lo del tiempo y pensaba que vendrían a desenterrarlo, así que el tío se paso como tres cuartos de hora enterrado en la arena. Para los que habeis probado este tipo de onsen, sabreis lo calentito que tenía que estar...

Después de estar calentito en la arena, el procedimiento es volver a entrar al edificio, porque la arena está en la orilla del mar, y darte una buena ducha, para a continuación, darte un buen baño en un onsen de los de siempre (de agua).

Veamos un par de fotos de la gente enterrada en la arena...

Emiliano.


Mi padre.


Michiru (o la jefa).

Pepe.

Amparo.



Y Madre Superiora.


Una foto de todo el grupo.

Y para finalizar, una foto de Madre Superiora practicando el yoga enterrada en arena.

Y como postre, las mujeres, totalmente relajadas, saliendo del onsen. Por supuesto, nosotros, Emiliano, mi padre y yo, ya llevabamos un buen rato esperándolas.

Después de esto, picamos un poco y volvimos rápido para Kagoshima.
Esa noche cenamos con la madre de Michiru y su novio, Kazusan, en un restaurante de tempura. Y ha sido hasta la fecha la mejor tempura que he comido. La pena es que todos nos olvidamos de nuestras cámaras, por lo que no tengo fotos.

Así que aquí me despido. Por ahora.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Pepe ,gracias por tu e.mail.A mi me resultaria agobiante los onsen de arena,pero se os ve muy relajados.Que paseis una feliz navidad,besos