Al día siguiente de ir al zoo, volvimos a visitar la playa de Sakurajima para sobrevivir tranquilamente la resaca causada por el día anterior.
Este es el ferry que hay para ir hasta el volcán.
Una vez llegados a la playa, nos llevamos una desagradable sorpresa. ¡No había agua! Y es que la marea estaba muy baja y la playa es muy pequeña, así que el baño sólo era posible rodeado de miles de millones de algas (lechuga de mar). Una sensación de lo más agradable, vamos...
Después de la playa hicimos la obligada visita al Onsen. Michiru era la primera vez que venía a este Onsen.
Una foto de Nat.
Las cuatro chicas.
Neni y Nat.
Un sevidor con Michiru.
Los tíos también vinieron, pero llegaron un poco tarde porque venían en autobus...
La puesta de sol desde el Onsen.
Y el paisaje ya casi de noche.
Y por último una foto de Helena antes de cambiarse.
1 comentario:
La envidia me corroe, quiero viajar a ese pais, lo necesito, es mas, creo que es el único viaje que me apetece realmente. Pepe, buscame un trabajo de diseñador gráfico por alli y me voy a vivir.
Presentale mis respetos a Michiru.
Un abrazo desde la vuelta al cole.
Moo
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