25 de enero de 2007

Visita de mis padres. Kyoto Día 3.

Hola de nuevo.

Después de un pequeño descanso, sigamos, a ver si lo acabo antes de volver a España, con la visita de mis padres.

Hoy nos toca recordar el tercer día en Kyoto. La primera visita del día, fue al santuario de Fushimi Inari, que ya había visitado antes con Neni y Helena, famoso por sus miles de toriis y por salir en la película 'Memorias de una Geisha'.

Este día, después de haber sufrido las inclemencias del tiempo Kyotes (o como se diga), por fin lucía el sol y pudimos prescindir de los odiosos paraguas del hotel. El primer contratiempo del día, se produjo al llegar al Santuario, porque Michiru empezó a encontrarse mal. Así pues mis padres y Emiliano y Amparo se quedaron paseando por el Santuario, mientras Michiru y yo fuimos a que Michiru viera a un médico. Al final todo quedó en una mera anécdota y el resto del día pudimos disfrutar tranquilamente.


A continuación, depués de que Michiru estuviera totalmente recuperada, cambiamos de zona, para visitar esta vez un templo (menuda novedad en Kyoto...). El templo en cuestión es el Templo Chionin. Dicho templo viene a ser para una secta del budismo, la Jodo Shu, como el Vaticano es para los católicos. Esta secta, junto con la conocida como Jodo Shinsu, es la principal en Japón. Originalmente el templo fue construido allá por el siglo XIII por un discípulo del fundador de la secta Joso Shu, Honen. Numerosas partes del templo ardieron por el siglo XVII, pero fueron reconstruidas por el clan Tokugawa y son las que persisten hasta ahora.

Nada más llegar al templo, te encuentras con una enorme puerte, actualmente la mayor de su clase.


Y vista desde atrás.


En la siguiente foto se puede ver, de fondo, el pabellón principal del templo.

Y como buen templo que se precie, también tiene bonitos jardines para pasear...


Aquí, una foto de una de las habitaciones visitables del templo. El tío del cuadro, es un miembro del clan Tokugawa.

Y aquí nos podeis ver a Madre Superiora y a mi, purifiando nuestros cuerpos y espíritus.


Antes de rezar, tienes que tocar la campana...


Además en este templo, podemos encontrar una campana gigantesca, que se usa en Nochevieja, tañéndola 108, para limpiar las 108 malas acciones que contempla el budismo.


Después, aprovechando la cercanía del distrito de Gion, decidimos acercarnos, para dar un paseo por allí y de paso comer un bocado, antes de proseguir con las visitas.

Ésta es una callejuela típica. Son realmente angostas...y en mcuhas encuentras restaurantes, a los que la gente normal no puede entrar. Me explico, se trata de locales frecuentados por empresarios y demás gente importante de la ciudad, donde normalmente cuentan con los servicios de geishas. Se trata de sitios muy exclusivos, por lo que si no vas acompañado de alguien conocido por la casa, es muy dificil que te dejen entrar.


Y éste es el restaurante donde comimos, sin duda el peor de todo el viaje, pero bastante caro...

Una vez comidos, Emiliano y Amparo decidieron volver al hotel a descansar un rato, mientras que nosotros continuámos con la visita a la ciudad, yendo al santuario de Heian Jingu, que yo ya había visitado previamente con Chisa y con Neni y Helena.




Por último, ese día también fuimos a ver una ceremonia del té, muy famosas en Kyoto. realmente mis padres y Emiliano y Amparo querían una auténtica ceremonia del té japonesa, con geisha y todo eso. Pero para turistas eso es imposible, porque hay que seguir unas reglas de comportamiento que desconocemos por completo. Así, después de mucho preguntar nos recomendaron la ceremonia de otro hotel y para allí nos fuimos.

La verdad es que no estuvo nada mal, aunque por lo visto nuestro comportamiento fue muy malo, pero nadie nos había dicho como comportarnos... Además mi madre y yo probamos a preparar nuestro propio té. Yo lo conseguí, mientras que Madre Superiora acabó cargándose el trasto para batir el té...ja ja ja ja Muy finolis ella...







También debería haber unos vídeos, pero los que los poseen, Madre Superiora y su marido, no me los han mandado, así que lo siento.

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