¡Te quiero Michiru!
31 de diciembre de 2006
Adiós 2006!!! 二千六年さようなら!!!
¡Te quiero Michiru!
29 de diciembre de 2006
Visita de mis padres. Kyoto Día 1.
Dicho autobus te deja al lado de la estación de Kyoto, bonita obra arquitectónica, cosa que a nosotros nos vino de perlas, ya que nuestro hotel (un hotel de puta madre, gracias viejos) estaba en dicha estación.
Michiru y yo, sobre todo Michiru, eramos los encargados siempre de elegir la cena.
Aquí tenemos a Madre Superiora descojonándose.
Y, poco a poco, Madre Superiora iba haciendo sus pinitos con el manejo de los ohashi (palillos).
Okinawa
Como he comentado anteriormente, para celebrar el cumpleaños de Michiru, nos fuimos los 2 unos días a la sureña isla de Okinawa.
Nuestro plan era pasar una noche en Naha, la capital de Okinawa y luego pasar otras 2 noches en la isla de Tokashiki, que es un paraiso para el buceo. Pero como fuimos un poco bastante dejados, sólo hicimos reserva de hotel en Tokashiki para la primera noche, pensando que más adelante podríamos reservar otra noche. ¡Error! Nos fue imposible encontrar hotel para otra noche más, así que tuvimos que volver para Naha. Pero bueno, pudimos disfrutar de un día completo en una playa paradísiaca y además sin apenas gente alrededor.
El viajé comenzó el miercoles 22 de noviembre al mediodía. Después de un par de horas de avión (en realidad algo menos), tomamos tierra en el aeropuerto de Naha y depués de un pequeño viaje en monorail, nos dispusimos a buscar nuestro hotel. ¡Y menuda odisea fue! Estuvimos pateando casi una hora hasta encontrarlo. En el intento, mi espalda murió, porque iba cargado hasta las cejas con todos mis trastos de pesca submarina, plomos incluidos.
Al final conseguimos llegar al hotel y registrarnos sin problemas. El hotel resultó estar ubicado en una calle muy animada de Naha, llena de restaurantes para hacer nomihoudai y de clubs de señoritas de compañia (no prostitutas).
En el restaurante donde nosotros cenamos, tenías una opción bastante interesante. Nomihoudai de cerveza hasta las 10 de la mañana por algo así como desde 50 yenes hasta 500 yenes. Como para que lo descubra alguno que yo me se...
Al día siguiente, nuestra intención era partir con el primer barco rumbo a Tokashiki. Al ser temporada baja, sólo hay 2 barcos diarios a esta isla, uno a las 9 y otro a las 4. Por supuesto, nosotros nos dormimos y perdimos el primer barco. Así que aprovechamos para visitar la Calle Internacional, 国際通り. Dicha calle, es la principal de Naha y está repleta de tiendas de souvenirs, efectos militares, restaurantes, etc.
En muchas de las tiendas, tienen figuras a tamaño natural de distintos personajes. Aquí está Michiru con un robot, de cuyo nombre no consigo acordarme.
Aquí, en Okinawa, venden una especie de aguardiente, de sabor similar al orujo, cuya peculiaridad es que lo puedes comprar junto con una serpiente típica de la isla. Dicen que el veneno de la serpiente aporta vitalidad al cuerpo. Yo, por si acaso, compré una botella para mis padres. Eso si, se pagan bien. Las más caras superaban los 150 mil yenes (más de 950 euros). La más barata sale por unos 10mil yenes o 64 euros. Por supuesto, ésta fue la que yo compré.
Después de haber pateado como locos dicha calle, y por que no decirlo, después de haber hecho compras compulsivas de camisetas..., partimos rumbo al puerto para embarcarnos en el ferry a Tokashiki. Dicho ferry tarda aproximadamente 30 minutos en llegar hasta la isla (en invierno sólo hay ferry rápido) y la verdad es que resulta un viaje muy agradable, con unos paisajes muy bonitos.
Aquí está Michiru enseñando una de sus compras.
Y aquí yo, posando con una de las mias.
En el barco.
Una vez llegamos al puerto de Tokashiki, había un minibus del hotel esperándonos, para, tras un bonito trayecto de 10 minutos, dejarnos en el hotel en una playa paradísiaca.
Como no teníamos mucho tiempo, por falta de luz, rápido nos registramos y nos fuimos pitando a darnos un baño, aprovechando las últimas luces del día. Y las impresiones no pudieron ser mejores. Aguas cristalinas, millones de corales y miles de peces. La cosa prometía.
A la mañana siguiente, amanecimos rápido para poder aprovechar todo el día en el mar (ya que por la tarde no teníamos más cojones que volver para Naha). Antes de salir con los fusiles, idiota de mi, se me ocurrió preguntar en la tienda del hotel (tienda de botelleros) si se podía hacer pesca submarina es esa playa. Al principio no se enteraban de que es eso de la pesca submarina, pero tras unas explicaciones de Michiru, nos dijeron que no, que está prohibido. Así que putadón, después de haber cargado como un burro con los fusiles por medio Naha, resultó ser en vano. Aunque más tarde, ya en Kagoshima, descubrí que la perra de la tienda me había engañado. Sí que se podía hacer pesca submarina, pero las tiendas de buceo siempre dicen lo mismo para no perder clientes botelleros. ¡Cabrones!
La cosa fue, que en lugar de cazar con el fusil, lo hice con la cámara y, aunque no es lo mismo, no estuvo mal.
La playa es cuestión es esta.
Como veis, bonita, ¿no? Aunque realmente, es espectáculo, estaba bajo el agua.
Aquí vemos a dos peces mariposa, Chateodon Auriga, paseando tranquilamente.
Y aquí otro tipo de mariposa.
De estos peces, Spangled Emperor o Lethrinus nebulosus, estaba lleno. Y además eran enormes. Lástima no haberles metido un varillazo, porque además se trata de un pescado impresionante para el paladar.
También os dejo un video, donde se pueden ver unos cuantos de estos bichos.
Aquí tenemos a un ejemplar de Besugo Hipanico, Besugus Pardalus, posando gracilmente para la foto.
Ahora le toca el turno a los peces payaso. Esta especie en concreto estaba siempre en anémonas del tipo E. Quadricolor.
Jugando con un payaso en su anémona.